Biografía
Sergey Polosenko es un pacífico residente de Samara, director de un salón de belleza, quien, debido a su fe en Jehová Dios y su amor a la Biblia, fue considerado un extremista por los agentes del orden. Después del registro, el creyente fue detenido y puesto en un centro de detención preventiva.
Sergey nació en 1968 en la ciudad de Angren (Uzbekistán) en el seno de una familia numerosa: sus padres criaron a 10 hijos. Tres años después del nacimiento de Sergey, la familia se trasladó a Petrozavodsk (Carelia) y más tarde, en 1976, a Chapaevsk (región de Samara). Los padres y las dos hermanas de Sergey ya no viven.
Sergey era un niño polifacético: jugaba al hockey, practicaba ciclismo, le encantaba tocar la guitarra, era aficionado a la fotografía. Después de la escuela, estudió como albañil, y luego ingresó en la escuela técnica profesional secundaria en Kuibyshev, donde recibió la profesión de electricista de trenes de quinta categoría. En 1998, después de graduarse en el Instituto de Ingenieros de Transporte Ferroviario de Samara, adquirió otra especialidad: ingeniero-economista.
Sergey trabajó como albañil, electricista de trenes, más tarde como jefe de un tren en la ruta Samara-Moscú, y desde 2009 hasta su arresto fue director de un salón de belleza.
El interés por lo espiritual y el amor por las verdades bíblicas le fueron inculcados a Sergey por su madre desde la infancia. El amor a Dios y a la Biblia lo impulsó a convertirse al cristianismo a una edad temprana.
Sergey conoció a su futura esposa Lidiya en la infancia, ya que era amigo de su hermano. La guía espiritual recibida de su madre, así como un profundo estudio personal de la Biblia, motivaron a Lidiya a dedicar su vida al servicio de Dios. Sergey se casó con Lidiya en 1993. Es peluquera autónoma. Sus pasatiempos son crear peinados, mejorar sus habilidades profesionales, leer libros y aprender cosas nuevas. Además, a Lidiya le encanta viajar por el mundo, caminar al aire libre, jugar juegos de mesa educativos con amigos y cantar canciones con una guitarra.
El proceso penal contra Sergey causó desconcierto e indignación entre sus familiares y compañeros de trabajo. Los empleados y clientes del salón de belleza están indignados por lo que está sucediendo, ya que respetan a Sergey y lo conocen bien como un líder justo y un hombre de familia respetable. La esposa de Sergei, Lidia, fue la que más lo pasó. Ella compartió: "Ahora todas las responsabilidades están sobre mis hombros".