Historia del caso
En octubre de 2021, en Nikolaevsk-on-Amur, las fuerzas de seguridad registraron los domicilios de pacíficos testigos de Jehová, acusados de extremismo solo por su religión. Igor Kletkin y Vladislav Markov pasaron 2 días en un centro de detención temporal. El investigador abrió una causa penal contra ellos, así como contra Nadezhda Korobochko, por su participación en actividades extremistas. La acusación se basó en información recopilada de la vigilancia, grabaciones de audio encubiertas de conversaciones de creyentes, testimonios contradictorios de un testigo secreto y testimonios falsificados de otros testigos. El caso llegó a los tribunales en diciembre de 2022.