Biografía
En el verano de 2023, el creyente pacífico Valeriy Klokov fue procesado por sus creencias. Debido al arresto domiciliario, el hombre perdió su trabajo y se le hizo más difícil cuidar a su abuela anciana, que está gravemente enferma.
Valeriy nació en agosto de 1985 en la ciudad de Ekibastuz (Kazajistán). Tiene dos hermanos y una hermana. En 1996, la familia se mudó de Kazajistán a Rusia. El padre ya no está vivo, no se comunica con su hijo desde los siete años. La madre de Valeriy murió de cáncer cuando él tenía 14 años, y un mes y medio después su padrastro lo abandonó.
Valeriy estudió en el Colegio de Construcción de Altai y en el Colegio de Arquitectura y Construcción de Altái, especializándose en fontanero y soldador. Trabajó como reparador de calzado y, antes de ser procesado penalmente, como plomero.
Al estudiar la Biblia, Valeriy se convenció de su exactitud histórica y científica, así como de la practicidad de sus consejos. Todo esto lo impulsó a emprender el camino cristiano a una edad temprana.
En 2004, Valeriy se casó con Natalya, a quien conocía desde que era un adolescente. Trabajó como cocinera, vendedora y, más recientemente, en el campo de mantenerse limpia y ordenada. A Natalya le gustan los álbumes de recortes y la fabricación de jabón, y a Valeriy todavía le encanta leer, escribir música y estudiar voces.
La persecución penal interrumpió el modo de vida habitual de los Klokov: debido a la pérdida de su trabajo, Valeriy no puede hacerse cargo de las necesidades materiales de la familia, y los problemas de salud de Natalya han empeorado. Junto a los cónyuges vive la abuela de Valeriy, que ya tiene menos de 90 años, necesita cuidados constantes y tomar medicamentos caros. Su pensión ni siquiera alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
La persecución penal interrumpió el modo de vida habitual de los Klokov: debido a la pérdida de su trabajo, Valeriy no puede hacerse cargo de las necesidades materiales de la familia, y los problemas de salud de Natalya han empeorado. Junto a los cónyuges vive la abuela de Valeriy, que ya tiene menos de 90 años, necesita cuidados constantes y tomar medicamentos caros. Su pensión ni siquiera alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Los familiares de Valeriy y Natalya se preguntan cómo se puede enjuiciar a esta persona respetable y respetuosa de la ley.